Luisa Fernanda tiene 21 años de edad y hace dos semanas obtuvo su grado como administradora de empresas del Politécnico Grancolombiano.
Mientras estuvo vinculada al Proyecto de estudios técnicos estuvo en el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), esto le permitió prepararse para ser tecnóloga en finanzas y negocios internacionales.
Luisa recibió por parte de Acompaña un Sueño una mensualidad para papelería, transportes y refrigerios, participó de encuentros de fortalecimiento de habilidades para la toma de decisiones en el ámbito de la sexualidad y la reproducción.
Ella expresa: “Acompaña un sueño me dio la oportunidad de seguir mis estudios, en este Programa recibí apoyo en todos los ámbitos de mi vida, emocional, económico y en la manera de valorar la vida… muchas veces renegaba de mi misma por el temor a que quizás se iban a cerrar muchas puertas y no tendría la oportunidad de crecer, pero pude creer en mi misma, al brindarme este apoyo logré pensar positivamente y llegar hasta donde estoy ahora, cumplir uno de mis tantos sueños”.
- Planeación: Cuando ella terminó estudios de tecnología buscó universidades que le permitieran homologar las materias vistas en los estudios anteriores y continuar la carrera profesional. En la Institución universitaria Politécnico Grancolombiano encontró esta oportunidad y además le ofrecieron un descuento por ser egresada del SENA.
- Disciplina: Desde el primer semestre en la universidad Luisa ganó una beca del 70% gracias a su buen puntaje en las pruebas estatales de educación, luego estuvo becada toda la carrera por mantener su promedio académico superior a 3.9
- Perseverancia: En esta época Luisa trabajó de día para solventar sus gastos y estudiar en la noche, entonces tenía poco tiempo para sus pasatiempos, sus jornadas eran muy largas por lo que llegaba muy tarde a la casa. Para entonces también tenía que ayudar con muchos de los gastos de su hogar, allí vive con su mamá y abuela.
Finalmente Luisa nos entrega unas palabras sobre Acompaña un Sueño: “… fue algo maravilloso, una bendición enorme, aprendí a sobrepasar muchas barreras que creí que eran imposibles. Fui muy feliz en las reuniones, encuentros, en los momentos en que me daba cuenta de que había alguien que creía en mí y contaba con su apoyo incondicional. Además, muchos jóvenes como yo gracias al Programa han podido cumplir sus sueños… Los sueños se deben perseguir…”
