Elvia de origen campesino, se asentó en la parte alta de Ciudad Bolívar en Bogotá en su propia vivienda, donde vive con sus 5 hijos de 18, 16, 13 y las gemelas de 12 años Ángela María y María de los Ángeles, esta última beneficiaria de Acompaña un Sueño. Sus vecinos se refieren a Elvia como una persona amable y prudente.
Ella es una madre amorosa pero al mismo tiempo exigente, esto se percibe en algunos detalles, por ejemplo cuando la trabajadora social de Acompaña un Sueño le visita, sus hijas siempre se encuentran con buena presentación personal y hablan bonito, es decir, usan lenguaje educado y tranquilo. Así mismo, el ambiente de su vivienda es ordenado.
Uno de los hijos de la familia presenta síndrome de asperger, por lo que Elvia debe estar atenta a brindarle ayuda. También tiene una hija con dificultad de aprendizaje a la que debe brindar atención espacial, semanalmente acompaña Ángela María a los encuentros con la psicopedagoga y refuerza en casa los ejercicios necesarios. Para cubrir los gastos de este servicio de salud es recibe apoyo por parte de Acompaña un Sueño mediante el convenio con el centro de atención psicológica “Fundanita”.
Con estas dificultades en casa, para Elvia ha sido difícil ubicarse en un trabajo estable y durante varios años se dedicó a laborar informalmente en oficios domésticos y construcción. Sin embargo, aprovechó una oportunidad de capacitarse en confección con la iglesia luterana de Colombia, allí durante 8 años se dedicó a aprender manejo de máquina plana, bordado en cinta y pintura en tela, entre otras técnicas.
Con este antecedente, en el proceso de seguimiento que se hace a la familia, entre Elvia y la trabajadora social exploraron posibilidades que le permitieran mejorar o estabilizar los ingresos económicos del hogar y se concluyó que obtener una máquina plana era buena alternativa.
La profesional refiere que apoyó esta opción para Elvia porque es una madre jefe de hogar con dificultades para emplearse por la discapacidad de sus hijos, entonces necesitaba un trabajo que le permitiera estar atender a su familia. Conocimos también piezas que había confeccionado durante el curso lo cual evidenció su disciplina y talento.
Desde septiembre de 2018 Elvia saca todo el provecho de su máquina plana, realiza arreglos de ropa y elabora artículos como juegos de toallas, bolsos, manteles, prendas de vestir y accesorios para el baño. Para algunos de estos trabajos le entregan los cortes de tela y ella se dedica solo a la costura, y a veces elabora las prendas y las vende por su cuenta. Su habilidad para la confección se destaca al interior de su comunidad, entre ellas la profesora de sus hijas, quien ahora también es cliente de sus productos.
Así como aprovecha una oportunidad Elvia reconoce la importancia de que otros disfruten de oportunidades similares; nos ha manifestado su deseo de retribuir esta donación mediante un aporte de económico al fondo de microproyectos productivos del Programa, de manera que otras personas también se beneficien.
Dentro de las ideas o expectativas que tiene para hacer sostenible su trabajo, ella contempla participar de una microempresa en asociación con otras mujeres del barrio, especializarse en confección mediante una entidad de trayectoria como el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA y comprar una máquina fileteadora en sociedad con una familiar.
Por parte de Acompaña un Sueño, confiamos en que Elvia pueda aprovechar al máximo este recurso y de seguir así, hacer los trámites para formalizar su emprendimiento y poder realizar actividades comerciales. Aquí siempre estaremos atentos a motivarla para que se mantenga en sus propósitos y desde su hogar construya un sólido proyecto productivo.