Cuando los chicos culminan el ciclo educativo de secundaria se encuentran con la difícil decisión de elegir qué camino seguirán de ahí en adelante. Muchos de ellos se confunden, ya que no saben la carrera por la que optarán y algunos otros con una situación económica muy difícil, creen que están imposibilitados para continuar con un proyecto estudiantil.
Como parte del compromiso con los chicos del Programa, Acompaña un Sueño ha diseñado un taller de Orientación Vocacional que tiene como función guiar la elección ocupacional animándoles a estudiar y dándoles opciones para que abran sus mentes y se convenzan de que existen diversas formas para lograrlo, a partir del precepto de que no tener dinero no es lo principal, sino pasión para cumplir los sueños que tienen.
En 2018 el taller de orientación vocacional se realizó con 12 chicos, quienes cuentan con diferentes gustos e intereses educativos. Se identificaron futuros pedagogos, auxiliares de vuelo, artistas, matemáticos, líderes empresariales, emprendedores, enfermeros, psicólogos y si se mira con atención, todos soñadores.
Sin embargo, sabemos que no basta con soñar algo para lograrlo, hay que hacer esfuerzos e ir subiendo peldaños que lo posibiliten. Es por eso que parte del proceso de orientación tiene que ver con acompañarlos a identificar los pasos que se necesarios para estudiar una carrera técnica, tecnológica o profesional.
Ellos llegaron con distintos miedos y dificultades, algunos mencionaban que en su casa no los apoyaban para estudiar porque necesitaban que se emplearan para apoyar económicamente sus hogares. Otros decían que estaban confundidos porque les gustaban muchas cosas y no sabían cual opción tomar. Y algunos otros señalaban que no sabían en qué lugares se estudiaba lo que ellos querían aprender. Con estos miedos que se presentaron.
La tarea consistió en ayudarles a clarificar primero, se motivó a hacer una investigación de los lugares, los costos y el pénsum de las carreras en las que mostraban interés. Luego se llevaron a cabo distintas pruebas para identificar sus gustos y las aptitudes que tienen para el estudio.
Y finalmente, se realizó una actividad conocida como “piedra y flores”, la cual consiste en hacer un recuento de todas las situaciones buenas y malas que han experimentado, haciendo énfasis en que todas estas hacen parte de sus aprendizajes y reflexiones, y además que les han forjado como seres humanos. Para cerrar la actividad se propuso una proyección a cinco años para ver cómo se imaginan en su futuro ayudando a aclarar su decisión vocacional.
¿Cómo resultó?
Desde el punto de vista de los profesionales acompañantes se podrían enunciar algunos resultados, pero consideramos más valioso evidenciar las voces de los chicos que participaron en el proceso, aquí algunas de sus opiniones:
“Este taller me ayudó a ver que muchas veces uno se preocupa por cosas que no son tan importantes y las historias de mis compañeros han sido muy duras, eso me sirve de ejemplo para salir adelante y estoy seguro que ellos también lo harán” Andrés, 17 años.
“La actividad que más me gustó fue la de las piedritas, ya que me ayudó a desahogarme y a contarles todo lo que he tenido que pasar, sé que eso me ayudo a ser quien soy ahora y sé que también me va a ayudar para seguir estudiando” Marlon, 18 años.
“Me gustó el taller porque en la actividad en la que teníamos que crear un invento, me di cuenta que sí tengo capacidades para el arte y creo poder explotar toda mi creatividad con esa carrera, es lo que quiero hacer y ahora sé que hay mucha opciones para poder estudiar” Marena, 17 años.
“Me ayudó a afianzarme en lo que estoy buscando para mi vida, en lo personal y también lo social” Valentina, 16 años.
“Los aportes son muchos, descubrí en mí características muy buenas y algunas no tan buenas y esto me ayuda para ser mejor persona” Luisa, 18 años.
Para cerrar, se sabe que todos los chicos han tenido situaciones difíciles, incluso los orientadores a cargo del taller, han tenido que sufrir momentos en los que creen que sus sueños se acabaron. Pero el trabajo continuo con jóvenes enseña que lo único que no se debe hacer es renunciar, ya que son el esfuerzo, la pasión y el coraje las herramientas que permitirán cumplir los sueños o alcanzar las metas.