Verónica y su hermana melliza manifestaban tener dificultades para ver de lejos, dolores de cabeza constantes y sus ojos se enrojecían con facilidad. Esto les ocasionaba inconvenientes en su aprendizaje, debían sentarse en los primeros lugares del salón de clase para lograr ver el tablero.
Su madre, una mujer que labora como vendedora informal, no contaba con los recursos económicos para llevarlas a una consulta especializada y de paso adquirir las gafas para sus dos hijas. Verónica y Nashly fueron remitidas a consulta de optometría por medio del Programa, juntas recibieron unas lindas y necesarias gafas.
Además, en esta consulta se detectó una anomalía en el nervio óptico y la córnea de Verónica, por lo que se le realizaron exámenes especializados (foto nervio óptico y campo visual) para diagnosticar de forma adecuada que tipo de enfermedad visual tenía la niña. Estos exámenes determinaron un principio de glaucoma, enfermedad que disminuye gradualmente la visión pero con detección temprana se puede preservar la vista.
Verónica está en continuo seguimiento médico con el fin de observar cómo se desarrolla la enfermedad, para su tratamiento han sido muy importantes las gafas. Las niñas han mejorado significativamente su visión.
Las consultas de optometría han traído muchos beneficios a las familias porque a ellas han podido acceder los padres, hermanos y niños vinculados al Programa, como el caso de Verónica quien está vinculada hace siete años. En convenio con el CRAC «Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos», los beneficiarios asisten a un examen especializado y adquieren las gafas según las especificaciones dadas por el profesional, lo que les ha servido para mejorar su bienestar y las condiciones de salud. En 2017 se beneficiaron 54 personas.